sábado, 19 de enero de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa. Enero 19



Dependemos únicamente de la Divina Providencia. No aceptamos subvenciones de los gobiernos, no aceptamos donaciones de la Iglesia, no aceptamos salarios. Hemos consagrado nuestras vidas a los más pobres entre los pobres, dándoles, con nuestro servicio sincero y libre, la alegría de ser amados. La gente anhela ser amada, y nosotros tenemos que llevarles la ternura y el amor de Dios, lo cual es un permanente desafío.

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