martes, 28 de mayo de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 17


           ¡Qué hubiera sucedido en el banquete de bodas si el sirviente no hubiera obedecido el simple pedido de Jesús de llenar las tinajas de agua y servirlas a los invitados? Si no lo hubiera hecho, no habríamos tenido la alegría de conocer el amor de Jesús por su Madre y la fe de la Madre en el poder de su Hijo. Ella aún nos dice: Hagan lo que Él les diga. Obedezcan y experimentarán la alegría de amar y ser amados.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 16


          María nos conoce muy bien y nos llevará por el sendero seguro y rápido que conduce a la santidad. Recuerdan la escena evangélica de las bodas de Caná? Sólo María se dio cuenta de que se estaba acabando el vino. Sintió pena por los jóvenes esposos y quiso evitarles la humillación de que no alcanzara para sus invitados. Entonces ¿qué hizo? Sin hacer ningún alboroto, cautelosamente se acercó a Jesús y simplemente le dijo: No tienen vino.
         ¡Observen la caridad de María! ¡Miren como percibió las necesidades de los demás y la delicadeza con la que le habló Jesús!

sábado, 25 de mayo de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 15

          
          Pidamos al Señor que nos conceda una gracia muy especial: amar a nuestra Madre, particularmente a través del trabajo que hacemos por Jesús, con Jesús y a Jesús. Debemos pedirle a Él que nos ayude a profundizar nuestro amor a María, haciéndolo más personal e íntimo. Nosotros queremos:
         Amarla como Él la amó.
        Ser para ella una causa de alegría como lo fue Él.
        Permanecer cerca de ella como lo hizo Él.
       Compartirlo todo con ella, aun la cruz, como lo compartió Él cuando ella estuvo a los pies de la cruz en el Calvario.
         Debemos amarla incondicionalmente, confiar en ella totalmente, abandonarnos a ella completamente, sin reservas. Nada es imposible para aquellos que la invocan como Madre. Durante la jornada, elevemos nuestros corazones hacia ella y preguntémosle qué tenemos que hacer para amar a Dios como ella lo amó.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 14


          Si tratamos de comprender la importancia de la obediencia, esto consolará a Nuestro Señor y hará muy feliz a María, nuestra Madre. La obediencia a la voluntad de Dios producirá en nuestros corazones una paz inefable, una alegría interior y una mayor unión con Él. Renovemos nuestro compromiso con la obediencia ante la cruz de Jesús, pensando especialmente en las heridas de sus pies, comprendiendo que no podemos andar un solo paso sin la obediencia. 

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 13


          Reconocer a Cristo en sus pobres nos conducirá a un amor personal. Este amor sólo puede convertirse en nuestra luz y nuestra alegría a través de un servicio generoso a los demás. No olviden que nos necesitamos los unos a los otros. Sin los demás nuestras vidas estarían vacías. ¿Cómo podremos amar a Dios y sus pobres si no nos amamos entre nosotros, que vivimos en una misma casa y compartimos la eucaristía diariamente?

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 12


          Hermanas mayores, ustedes deben ser la luz de Cristo que brilla para las hermanas más jóvenes. Dénles testimonio de la total entrega a Dios. De muéstrenles esa entrega aceptando todo lo que Él les envía y dándole todo lo que Él les pide. Si obedecen rápida, ciega, simple y generosamente, les enseñarán lo que significa el amor y la confianza. Si sonríen, podrán ver cuán agradecidas son con Dios por haberlas elegido para servirlo en sus pobres. No olvidemos que la finalidad de nuestra congregación es saciar la sed de Jesús por la humanidad.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo11


          Pidamos a Nuestra Señora que nos ayude para que nuestros corazones sean mansos y humildes como lo fue el de su Hijo. Fue en ella y por ella que se formó el corazón de Jesús.

          ¡Cuánto podemos aprender de María! Fue humilde porque fue toda para Dios. Fue «la llena de gracia» y, por eso, el Todopoderoso pudo contar con ella. Necesitamos decirle a María: Dile a Jesús que no tenemos vino. El vino de la mansedumbre, de la humildad, de la generosidad y de la dulzura. Seguramente ella nos dirá: Hagan lo que Él les diga.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 10


          La Biblia nos cuenta que María conservaba las palabras de Jesús en su corazón. Al recibir la Eucaristía y entrar en comunión con Cristo en nuestro corazón, debemos pensar en lo que María debe haber sentido cuando el Espíritu Santo tomó posesión de ella y fue «la llena de gracia», con el cuerpo de Cristo, su hijo, dentro de su ser. El Espíritu en ella obró con tal energía que inmediatamente se levantó y fue rápido a ayudar a su prima Isabel.

          Cada Santa Comunión debería producir en nosotros una respuesta similar. El mismo Jesús que se hizo hombre en María viene a nosotros y se convierte en nuestra vida. Como ella, debemos tener urgencia por llevar a Jesús a los demás.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 9


          Jesús quiere que seamos como niños, más humildes y más agradecidos en la oración. Y no rezaremos solos, sino concientes de que pertenecemos al cuerpo místico de Cristo, que está siempre en oración.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 8


          Cuando me encontraba en los comienzos, poco después de haber dejado el convento en Loreto Entally, llegué a Creek Lane, Calcuta, completamente sola. Llevaba conmigo solamente una caja y cinco rupias. Alguien de Air India quería darme una hermosa valija para llevar las pocas cosas que tenía conmigo. Yo le respondí: Acarrear una caja de cartón, no es ninguna vergüenza. Pero tampoco lo es pedir ayuda o consejo cuando lo necesitamos. ¿No es mejor preguntar que hacer las cosas mal por orgullo o por ignorancia?

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 7



           El celo apostólico es el resultado y al mismo tiempo la prueba de que nuestro amor es verdadero. Debemos dejarnos consumir por el deseo de ayudar a nuestros hermanos. Este es el anhelo más intenso y profundo de Jesús. El deseo de anunciarlo es el test del amor, así como una gran pasión por la causa de Jesús. Nosotros debemos gastar nuestra vida y nuestras energías trabajando por la salvación de los demás.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 6



          La santidad no es una gran cosa, pero es algo sencillo cuando le pertenecemos enteramente a María. Si recurrimos a ella constantemente, nos enseñará a crecer en santidad a través de la obediencia. Si realmente vivimos unidos a María, nos daremos cuenta de que la obediencia es el medio más importante para crecer en la santidad y vivir constantemente en presencia de Dios.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 5


          Debemos rezar, comprender, amar y vivir la libertad que da la verdadera pobreza. De esta manera Dios impide que nuestra gente nos rechace a causa de lo que pudiéramos tener.

sábado, 4 de mayo de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 4


          María dio muestras de una total confianza en Dios al aceptar que la considerara un instrumento en su plan de salvación. Ella confió en Él a pesar de su pequeñez porque sabía que el que es poderoso podía hacer grandes cosas en ella y a través de ella. Una vez que le dijo , nunca más dudó. Sólo era una muchacha, pero le pertenecía a Dios y nada ni nadie pudo separarla de Él.

viernes, 3 de mayo de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 3


          La oración nos ayuda a amar a los demás porque cuando Jesús está con nosotros no hay distracciones. El error y la pérdida de gracia provienen de la falta de oración porque ésta es el alimento de la vida espiritual. Empobrecemos nuestro espíritu cuando dejamos la oración, y la pérdida de la gracia se vuelve inevitable.  Pidámosle a María que nos enseñe a rezar, así como le enseñó a Jesús a lo largo de todos esos años en los que vivió con ella en Nazaret.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 2



           María pensó solamente en cómo servir, en cómo llevar a cabo su vocación de servidora del Señor.
          En este sentido, la vida de María es muy parecida a nuestra vida religiosa. Cuando Dios nos llamó por primera vez, nos preparó a través de nuestros familiares y amigos, tal como la preparó a María. Le envió su mensajero para comunicarle su elección, tal como lo hizo con nosotros. Nuestra primera pregunta también fue como la de María: ¿Cómo puede ser posible? Entonces, con ella, declaramos ante el cielo y la tierra: ¡Aquí estoy, yo soy la servidora del Señor! ¡Aquí estoy, he venido para hacer la voluntad de Dios!

miércoles, 1 de mayo de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Mayo 1


En todo el mundo la gente le ofrece a María, nuestra Madre, cosas hermosas y cubre su altar con flores. Nosotros no tenemos regalos materiales para ofrecerle, pero regalémosle flores de generosidad, la flor de una sonrisa de bienvenida. En este hermoso mes dedicado a ella, coronémosla de las flores fragantes del amor, la gentileza, la mansedumbre y la humildad que nos prodiguemos los unos a los otros.