domingo, 28 de julio de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Julio 7


          Hasta que no sean como niños, no podrán entrar en el cielo. ¿Qué significa volverse como niños? Tener un corazón puro, un corazón lleno de Jesús.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Julio 6


           Vivamos muy unidos al corazón de Dios y renovemos nuestro compromiso de ser castos.
           Con santa María Goretti debemos decir que preferimos morir antes que pecar. Con frecuencia podríamos rezar durante el día: Pureza del Corazón de Jesús, purifica mi corazón. En unión con toda tu Preciosa Sangre ofrecida en el sacrificio de la Misa en todo el mundo, te ofrezco mi corazón por todos mis hermanos y hermanas, especialmente aquellos que son tentados contra la pureza.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Julio 5


           No tengas miedo de ser pobre y de esa manera proclamarás la pobreza de Dios. En Roma las hermanas construyeron una casa como la de la gente pobre. Como era una casilla, no les llevó mucho tiempo hacerla. Este ejemplo concreto de pobreza fue una gracia muy grande para la gente que vive en casillas y también para otras personas.
           Nosotros no estamos obligados a ser pobres, pero elegimos ser pobres por amor a Jesús, así como Cristo, siendo rico, se hizo pobre por nosotros.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Julio 4


          En lo más profundo de nuestros corazones todos nosotros queremos significar algo para alguien. Como religiosos, nuestro voto de castidad es algo parecido a esto: queremos significar algo para Jesús. Ser castos, para nosotros, es algo más que no casarse. Hay personas que eligen no hacerlo por distintos motivos. Nosotros elegimos la castidad porque tenemos hambre de Dios.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Julio 3


          Recuerden tres cosas: un total abandono en Dios, una actitud de confianza hacia cada persona, alegría con todos. Entonces serán santos como Jesús. La santidad es alegría, amor, compasión y, especialmente, humildad. Una persona humilde y pura está en camino hacia una gran santidad. La verdadera amistad puede ayudarlos a llevar una vida de santidad. Todo puede ayudarlos a crecer en santidad pero, recuerden, nadie va a obligarlos a ser santos.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Julio 2


           ¿Están unidos a Jesús de tal manera que nada pueda separarlos de Él? Jesús y el Padre ¿pueden habitar en sus corazones? ¿Hay suficiente silencio en ellos como para que Jesús pueda orar con el Padre? Recuérdenlo, la oración es difícil si no saben guardar silencio en lo profundo del corazón porque es ahí donde Dios habla. Sólo entonces serán capaces de hablar a los demás de lo que abunda en el corazón.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Julio 1


          Hagamos crecer nuestro amor por la Eucaristía aceptando con alegría todos los pequeños sacrificios que encontramos a diario. No rechacemos los pequeños dones porque son importantes para nosotros y para los demás. Durante este mes rezaremos con frecuencia esta oración: En unión con todas las misas que son ofrecidas en el mundo, te ofrezco, Señor, mi corazón. Hazlo manso y humilde como el tuyo.

sábado, 27 de julio de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 30


          La fiesta del Inmaculado Corazón de María, causa de nuestra alegría, está cerca. Preparémonos para ese gran día con una humilde y profunda gratitud. A Dios y pidámosle dos gracias especiales que tuvo su Madre: la perseverancia en nuestra hermosa vocación y un amor atento a las necesidades de los pobres de Dios. La grandeza de María fue su humildad. No por nada Jesús quiso vivir cerca de ella. Aprendamos de ambos una misma lección: ser mansos y humildes de corazón.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 29


             Señor, mi Dios, en el nombre de Jesús y por el amor de Jesús y porque Jesús dijo que todo lo que pidamos en su nombre nos será concedido, concédeme la gracia de amarte por sobre todas las cosas, la gracia de tener un corazón como el de Jesús, manso y humilde.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 28


          Jesús nos enseñó a rezar cuando dijo: Recen de esta manera: “Padre nuestro…hágase tu voluntad…perdónanos como  nosotros perdonamos…”. Es tan simple y tan hermoso. Lo repetimos a lo largo del día y todos los días de nuestra vida. Si rezamos el «Padre nuestro» y lo vivimos, conoceremos la santidad. Todo radica ahí: Dios, yo, mi prójimo.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 27


           Cuando recen no hablen demasiado. Aprendan a rezar con Jesús y déjenlo rezar en ustedes y a través de ustedes. Entonces pongan el fruto de esa oración en actos concretos amándose unos a otros como Jesús los ama a ustedes.

viernes, 26 de julio de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 26


          Jesús le pidió a sus discípulos que aprendieran de Él porque era manso y humilde de corazón. Nosotros también debemos ser mansos con los demás y entonces estaremos en paz con Dios, demostrándole nuestro amor a través de un servicio amable y generoso.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 25


           Sean fieles en las pequeñas cosas, porque en ella radica nuestra fuerza. Para el buen Dios, nada es pequeño. Él es tan grande y nosotros tan pequeños, pero se rebaja y nos envía esas pequeñas ocasiones para darnos la posibilidad de demostrarle nuestro amor. Por el solo hecho de que provienen de Él, nos son pequeñas sino muy grandes, infinitas. Por eso, sean fieles a los pequeños gestos de amor, para que en sus corazones crezca la santidad y se asemejen cada vez más a Cristo.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 24


           Promovamos la verdadera devoción al Sagrado Corazón y el rosario rezado en familia. Animemos a las familias a consagrarse al Sagrado Corazón y al Inmaculado Corazón de María. ¿Qué familia no tiene una estampa en sus casas, aunque sea una pequeña? Esfuércense por conservar unidas a las familias, recordando el dicho de que «Familia que reza unida, permanece unida ». ¡Hay tantos hogares desunidos! Pero nuestro trabajo consiste en llevar a Jesús a los pobres y mostrarles cómo orar las situaciones de la vida. Si una familia necesita más ayuda que otra, tómense todo el tiempo necesario para resolver el problema aun cuando tengan que pedir repetidamente la asistencia del sacerdote de la parroquia.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 23


          Un día vivido en soledad con Jesús nos estimulará a buscar con mayor entusiasmo la santidad a través de un amor personal hacia Él. Jesús desea nuestra santificación con inexpresable amor. La Escritura dice: Ésta es la voluntad de Dios, nuestra santificación. El Sagrado Corazón de Jesús está colmado de un insaciable deseo de vernos avanzar hacia la santidad. Pero para hacer esto debemos poner continuamente en práctica el amor de Dios.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 22


           La crítica no es otra cosa que orgullo encubierto. Destruye todo el amor de Dios. Una persona generosa nunca debe caer en ella. Generalmente, las personas que critican nunca lo hacen abiertamente, sino que lo hacen cuchicheando. Frenen sus prejuicios, es decir, sus pensamientos contra alguien. Es muy triste que estas actitudes entren a formar parte de nuestras vidas.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 21


         ¡Qué dulce es Jesús cuando se entrega a sí mismo en la Santa Comunión!: Esta es mi carne y esta es mi sangre. El que come de mi carne y bebe de mi sangre vive en mí y yo vivo en él. ¿Qué otra cosa pudo hacer Jesús por nosotros que darnos su carne en alimento? No, nadie podrá hacer algo más grande o demostrarnos más amor.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 20


           Una vez, cuando estaba de viaje, cada día visitaba una comunidad distinta; así durante diez días. Por la mañana me despertaba y me preguntaba: ¿Dónde estoy? Fue un gran sacrificio pero recuperé la alegría cuando me puse en las manos de Dios. Nuestro total abandono consiste en estar disponibles para Dios y para la Iglesia. Un superior puede cambiarnos de tarea o de comunidad, no según nuestros gustos sino para la gloria de Dios. Tal vez nos toque limpiar el baño y eso no nos agrade. No reprimamos nuestros sentimientos cuando nos pasa algo así, pero sí ofrezcámoslo como un sacrificio. Esta es nuestra cruz.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 19


          Nosotros no tenemos que temer a nada, ni siquiera al demonio. Pero la virtud a la que más le teme el demonio es la humildad. Lo aterroriza más la humildad que la fe profunda porque la humildad es la virtud que nos asemeja a Jesús. Jesús nos pide que aprendamos de Él porque es manso y humilde de corazón. Trataremos de aprender del mismo Jesús, más que de los libros.

jueves, 18 de julio de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 18


           Cuando le ofrecemos a los pobres nuestro servicio gratuitamente, la palabra «gratuitamente» nos recuerda que debemos depender de  la Divina Providencia. Gratuitamente hemos recibido, gratuitamente damos. Esto significa que no tenemos subsidios gubernamentales, que no somos mantenidos por la Iglesia, que no tenemos salario. Es por eso que debemos proteger esa palabra «gratuitamente» y no debemos permitir que nos impidan vivirla. Debemos mantener la sencillez de vida, sin pedir cosas extras o innecesarias.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 17


           Frente a las dificultades comunitarias, deben convertirse en sagrarios vivos del Dios Altísimo, como lo fue la Sagrada Familia en Nazaret. Cuando estén tentados de responder ante una dificultad con rabia y amargura, toquen el crucifijo que llevan cerca del corazón y digan: Pasión de Cristo, fortaléceme.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 16

        
          No busquen a Jesús en tierras lejanas. No está allí, está cerca de ustedes, está con ustedes. Solamente conserven las lámparas encendidas y siempre lo verán. Mantengan llena la lámpara del aceite del amor, y verán cuán dulce es el Señor que ustedes aman.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 15


            Rezo para que comprendan las palabras de Jesús: Ámense los unos a los otros como yo los he amado. Pregúntense a ustedes mismos: ¿Cómo me ha amado Jesús? ¿Amo a los demás con la misma intensidad? Si este amor no está en nosotros, podemos matarnos trabajando, que ese trabajo será sólo eso: trabajo; pero no será amor. El trabajo sin amor es esclavitud.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 14


          No dejen que el pasado los condicione; pongan todo en el Corazón de Jesús y empiecen de nuevo con alegría. Hagan realmente un esfuerzo por crecer en el amor verdadero, en la capacidad de perdonar. Traten de hacer de sus casas un lugar donde Jesús pueda venir y quedarse un momento con ustedes.

          Jesús prometió grabar en su corazón a todos aquellos que difunden la devoción a su Sagrado Corazón. Jesús no nos decepciona: nuestros nombres están escritos en su corazón. Pidamos al Sagrado Corazón una gracia muy especial: Amar a María a través de todo el trabajo que hacemos por amor a Jesús, con Jesús y para Jesús.
         Pidámosle que nuestro amor sea más profundo, más personal, más íntimo.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 13


          Nos cuesta llegar a la santidad porque no vivimos completamente unidos a Jesús, porque no tenemos ese amor y esa pasión por la santidad. Queremos ser santos pero algo nos retiene, tal vez algo insignificante. Pidámosle a Él la fuerza para ser realmente santos. La persona que, cuando habla, no hiere a los demás con su lengua, ya es santa. Ser santo no es nada especial; es simplemente nuestro deber.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 12


          Demos gracias a Dios por todos los beneficios. Hagámoslo a través de gestos concretos de caridad hacia los demás. Debemos estar unidos para superar las faltas contra la caridad, tanto en los pensamientos como en los actos. Entonces el Corazón de Jesús encontrará en nosotros una verdadera consolación y reparación por los pecados.

          Difundamos la devoción al Sagrado Corazón en casa y con los demás. Renovemos con gran determinación la ofrenda de nosotros mismos para ser apóstoles del Sagrado Corazón, aprendiendo del Corazón de Jesús cómo ser mansos y humildes.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 11


           El Corazón de Jesús es un corazón abierto. Pasen su tiempo en él.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 10


         Cada vez más hagan de sus casas espacios de amor y de paz. No dejen que el demonio los engañe con sus trampas, tentándolos a no ser amables sino violentos con los demás. Amen a cada persona como Jesús los ama a ustedes. Miren cómo se aman, dijo Jesús. Seamos fieles a sus enseñanzas. No echemos a perder el trabajo de Dios con nuestra falta de amabilidad.
         ¿Cómo pueden amar a Jesús en los demás si antes no aman a sus propias familias? Debemos hacer un verdadero esfuerzo para convertir a nuestras familias en un solo corazón que ama. Este es el signo de que Cristo está en medio de nosotros.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 9


        Dios nos llama a la obediencia para abrir nuestros corazones a lo que nos dice a través de los demás y no para hacernos sufrir. Dulcemente Cristo nos llama a unir nuestra voluntad a su amor. De esta manera, cuando obedezco, no estoy sola. Si miran a sus superiores, sólo verán a sus superiores. Pero si miran más allá, verán al Señor. Jesús dice una y otra vez: He venido para hacer la voluntad de mi Padre. Tal vez un superior pueda cometer algún error al pedirles algo, pero si ustedes dicen: «Hágase en mí según tu palabra», entonces la obediencia y el espíritu de sacrificio los protegerá.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 8


          Allí, en el Corazón de Jesús, nada puede separarnos del amor de Cristo y del amor a los demás. Todas las veces que podamos, estemos a solas con Dios para poder escucharlo en el silencio de nuestros corazones.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 7

           
          Dándonos el Nuevo Mandamiento, Jesús nos dijo que debemos amar al Señor nuestro Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, con todas nuestras fuerzas, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

          Debemos amar a nuestro prójimo con la misma intensidad con la que amamos a Dios. Jesús no utiliza demasiadas palabras para hacernos comprender cómo debemos amar a nuestro prójimo. Él simplemente nos dice: Ámense los unos a los otros como yo los he amado. Nos gusta servir a la gente que encontramos fuera de nuestras casas, pero no tenemos tiempo de sonreir a aquellos que viven con nosotros.