Una vez, cuando estaba de viaje, cada día visitaba una comunidad distinta; así durante diez días. Por la mañana me despertaba y me preguntaba: ¿Dónde estoy? Fue un gran sacrificio pero recuperé la alegría cuando me puse en las manos de Dios. Nuestro total abandono consiste en estar disponibles para Dios y para la Iglesia. Un superior puede cambiarnos de tarea o de comunidad, no según nuestros gustos sino para la gloria de Dios. Tal vez nos toque limpiar el baño y eso no nos agrade. No reprimamos nuestros sentimientos cuando nos pasa algo así, pero sí ofrezcámoslo como un sacrificio. Esta es nuestra cruz.
viernes, 26 de julio de 2013
Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 20
Una vez, cuando estaba de viaje, cada día visitaba una comunidad distinta; así durante diez días. Por la mañana me despertaba y me preguntaba: ¿Dónde estoy? Fue un gran sacrificio pero recuperé la alegría cuando me puse en las manos de Dios. Nuestro total abandono consiste en estar disponibles para Dios y para la Iglesia. Un superior puede cambiarnos de tarea o de comunidad, no según nuestros gustos sino para la gloria de Dios. Tal vez nos toque limpiar el baño y eso no nos agrade. No reprimamos nuestros sentimientos cuando nos pasa algo así, pero sí ofrezcámoslo como un sacrificio. Esta es nuestra cruz.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario