Dios nos llama a la obediencia para abrir nuestros corazones a lo que nos dice a través de los demás y no para hacernos sufrir. Dulcemente Cristo nos llama a unir nuestra voluntad a su amor. De esta manera, cuando obedezco, no estoy sola. Si miran a sus superiores, sólo verán a sus superiores. Pero si miran más allá, verán al Señor. Jesús dice una y otra vez: He venido para hacer la voluntad de mi Padre. Tal vez un superior pueda cometer algún error al pedirles algo, pero si ustedes dicen: «Hágase en mí según tu palabra», entonces la obediencia y el espíritu de sacrificio los protegerá.
jueves, 18 de julio de 2013
Los cinco minutos de la Madre Teresa Junio 9
Dios nos llama a la obediencia para abrir nuestros corazones a lo que nos dice a través de los demás y no para hacernos sufrir. Dulcemente Cristo nos llama a unir nuestra voluntad a su amor. De esta manera, cuando obedezco, no estoy sola. Si miran a sus superiores, sólo verán a sus superiores. Pero si miran más allá, verán al Señor. Jesús dice una y otra vez: He venido para hacer la voluntad de mi Padre. Tal vez un superior pueda cometer algún error al pedirles algo, pero si ustedes dicen: «Hágase en mí según tu palabra», entonces la obediencia y el espíritu de sacrificio los protegerá.
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