Hagamos
que nuestra comunidad sea una rama fiel y fecunda de la viña, que es Jesús. Con
gran determinación y humildad debemos amarnos y ayudarnos los unos a los otros.
Entonces, todos juntos haremos algo bueno para Dios. Si somos un solo corazón,
llenos de amor, si nos amamos unos a otros y a los pobres a los que servimos,
entonces creceremos juntos en la santidad. La santidad es el principal motivo
de nuestra existencia. Y alcanzar la santidad no debe ser algo difícil porque,
al servir sincera y libremente a los más pobres entre los pobres, estamos con
Jesús las veinticuatro horas del día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario