sábado, 13 de abril de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Abril 7


          Jesús quiere que nos amemos los unos a los otros como el Padre lo amó a Él. No hay amor más grande que el que sentimos por los demás. Sin embargo, muchas veces hay más dolor que amor, más amargura que dulzura, más ruido que silencio.
          Si no hay amor en nuestro hogar, ante todo examinemos nuestra vida de oración. ¿Es confiada, verdadera, constante, plena, tan real que en el silencio de nuestros corazones podemos escucharlo a Dios hablándonos? Si tan sólo conociéramos el arte, la alegría, la fecundidad del silencio, nuestros hogares se convertirían en un reflejo del amor de Dios, en una llama ardiente del amor de Dios en acción.

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