Cuando
nuestros pobres pasan tantas dificultades para conseguir comida, luz y agua,
¿podemos comer alimentos que no son absolutamente necesarios para nuestra salud
y nuestra nutrición? ¿Podemos acostumbrarnos a no comer fuera de las comidas,
excepto cuando estemos enfermos? ¿Tendremos cuidado en el uso del agua y de la
luz, cerrando las canillas y apagando todas las luces innecesarias?
Jesús,
danos un espíritu de pobres y la gracia de ponerlo en práctica con fidelidad.
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