lunes, 18 de febrero de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 16


       El sacramento de la reconciliación fortalece el espíritu, porque una buena confesión –la confesión del hijo en pecado que vuelve al Padre- siempre genera humildad, y la humildad es fortaleza. Debemos ir a confesarnos todas las veces que lo deseemos y con quien lo deseemos. El motivo serán nuestros pecados, nuestras tristezas, nuestras faltas, cómo superar las tentaciones, cómo practicar las virtudes, cómo crecer en el amor a Dios.

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