domingo, 3 de febrero de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 2



Estemos siempre disponibles para Dios. Si nos quiere enfermos, en cama, si nos quiere proclamando su Palabra por las calles o si nos quiere limpiando los baños todo el día, no hay problema; cualquier cosa está bien. Por eso debemos decirle: Te pertenezco. Puedes hacer de mí lo que quieras. Ésta es nuestra fuerza y ésta es la alegría del Señor. 

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