Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 28

        Un hombre rico vino a Shishu Bhavan (un hogar para bebés abandonados) y dijo que estaba dispuesto a donar todo lo que las hermanas necesitaran. Él quería regalarles un motor generador. Eso cuesta muchísimo. Le dije que no. Hoy es un motor generador, mañana un lavarropas.

       Él respondió: Madre, en todos estos años he estado fabricando todo tipo de cosas para hacer dinero y más dinero, pero desde que tomé contacto con los pobres, quiero ayudar haciendo donaciones. Por lo tanto nos regaló unas lámparas de querosén. Debemos estar convencidos de la libertad que nos da el ser pobres y seguir siéndolo hasta en las cosas más insignificantes.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 27

       
           ¿Estás dispuesto a vivir castamente? ¿A seguir a Cristo con fidelidad? La castidad no es solamente nuestra capacidad de dar, sino más bien nuestra capacidad de aceptar el don de Dios.  La castidad es un signo del Reino de los Cielos.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 26

       Perdonemos y olvidemos todas las dificultades de ayer porque ya pasó y el mañana aún no ha llegado. Amemos hoy a Jesús como Él nos ama, con un profundo amor personal. No tengamos miedo. Dios nos dará todas las gracias necesarias si dejamos que nos santifique a través de la oración y el sacrificio,  la penitencia y el trabajo.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 25

       Una misionera de la Caridad es una persona que une el pan de vida y el hambre de Cristo, la oración y el servicio libre y desinteresado. Si no oran, no pueden perseverar en el servicio.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 24

       Hemos consagrado nuestras vidas a ofrecer gratuitamente un servicio de amor a los pobres. ¿Ellos están contentos con nuestro servicio? Cuando nos ven, ¿sienten saltos de gozo como San Juan Bautista en el seno de su madre cuando María lo llevó a Jesús a su casa? ¿vamos a ayudar a los pobres como fue María, llenos de Jesús y siempre dispuestos a darlo sólo a Él? Nuestro servicio a los pobres ¿es devoto y delicado? ¿Los ayudamos como María ayudó a Isabel?

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 23

En el Evangelio leemos que Jesús dijo: He venido para hacer la voluntad de mi Padre. Nosotros podemos aplicar esto a nosotros mismos, porque hemos venido a hacer la voluntad de Dios.

Jesús dijo repetidas veces: Hágase tu voluntad, y nosotros decimos los mismo a través de nuestra obediencia.

       La obediencia es algo espiritual por el hecho de que se encuentra también en el cielo. La desobediencia, en efecto, fue el primer pecado porque Lucifer rechazó someterse, rechazó obedecer. Esto fue así también para nuestros primeros padres Adán y Eva, quienes se resistieron a obedecer y comieron del árbol del que Dios les había prohibido. Cada pecado de desobediencia es una continuación de ese primer pecado.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 22

       
       Luchen contra todo aquello que pueda sumirlos en la tristeza. Nuestra oración de cada día podría ser: Que la alegría del Señor sea mi fuerza. El optimismo y la alegría fueron la fuerza de María. Esto le permitió ser la servidora disponible para Dios. Sólo la alegría pudo darle la fuerza para correr sin demora por las montañas de Judea hasta lo de su prima Isabel, para hacer el trabajo de una sierva. Si queremos ser verdaderamente servidores del Señor, entonces nosotros también debemos atravesar las montañas de las dificultades.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 20

 La santidad es la unión con Dios. Cuando somos santos –tanto en la oración como en la acción- venimos de Dios en Cristo y vamos a Dios por Cristo.
       Jesús dijo: Ámense los unos a los otros como yo los he amado. Estas palabras serán una luz para nosotros, una llama encendida consumiendo el egoísmo que nos impide crecer en santidad.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 19

       Si tenemos un corazón puro, entonces podemos ver a Dios. Y si no podemos verlo, entonces tenemos que preguntarnos: ¿Hay algo que se interpone entre nosotros y Nuestro Señor? Hay momentos de oscuridad que nos acercan más a Dios, como problemas y pruebas en las que aprendemos a perseverar. Pero también hay oscuridades que nos separan del amor de Dios. En esos momentos nunca olvidemos que estamos entrelazados con Dios como los hilos de una tela que no pueden ser separados. El único motivo de nuestra existencia es vivir en Él, para Él, por Él y con Él.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 18

        Aprende a ser humilde haciendo los trabajos humildes y haciéndolos por Jesús. La humildad no se aprende en los libros, sino aceptando las humillaciones. Éstas no tienen la finalidad de torturarnos; son regalos de Dios. Éstas pequeñas humillaciones –si las aceptamos con alegría- nos ayudarán a ser santos, a ser mansos y humildes de corazón, como Jesús.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 21

       
        Cuando veo todo el dolor y el sufrimiento que provocan las observaciones hechas a alguien en forma indolente y sin amabilidad, pienso en Nuestro Señor cuando dijo a quienes querían apedrear a la mujer pecadora que lo hicieran si no tenían pecado. Todos se alejaron porque sabían que Jesús conocía sus pecados. Cuando estemos tentados de hablar sin caridad o de traer a la luz los errores del pasado de una persona, escuchemos a Jesús: Tiren la piedra sólo si están libres de pecado.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 17

       Debemos mejorar nuestra oración y, a partir de allí, nuestra caridad hacia los demás. Puede resultar difícil rezar cuando no sabemos cómo hacerlo, pero podemos ayudarnos a través de la práctica del silencio. Las personas de oración son capaces de mucho silencio. El silencio requiere mucho sacrificio, pero si realmente queremos rezar, debemos estar dispuestos a dar ese paso ahora. Sin este primer paso hacia el silencio, no seremos capaces de alcanzar nuestra meta, que es la unión con Dios.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 16

       El sacramento de la reconciliación fortalece el espíritu, porque una buena confesión –la confesión del hijo en pecado que vuelve al Padre- siempre genera humildad, y la humildad es fortaleza. Debemos ir a confesarnos todas las veces que lo deseemos y con quien lo deseemos. El motivo serán nuestros pecados, nuestras tristezas, nuestras faltas, cómo superar las tentaciones, cómo practicar las virtudes, cómo crecer en el amor a Dios.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 15

       Debemos cultivar ese sagrado silencio sobre los defectos de los demás, de tal manera que las personas, al encontrarnos, recuerden las palabras de Jesús: Miren cómo se aman. Con qué frecuencia hablamos de los defectos de los demás. Cuántas veces conversamos sobre alguien que está ausente. Miren la compasión de Cristo hacia Judas, quien habiendo recibido tanto amor fue capaz de traicionar a su propio maestro.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 14

       
      Un amor a Dios auténtico implica tener confianza en su omnipotencia, en su infinita sabiduría, en su amor infalible. Él me ama. No estoy aquí sólo para ocupar un lugar, para ser un número. Él me ha creado con una finalidad. Y la llevará a cabo si yo no le pongo obstáculos en el camino.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 13

       
       ¿Qué tenemos que hacer para ser más humildes? Aceptar las humillaciones. Todas las veces que somos regañados, maltratados, o insultados, aferremos esas ocasiones con ambas manos. Esa humillación nos hará santos. Aceptémosla.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 12

La total sumisión a Dios significa estar enteramente disponibles para el Padre, así como lo estuvieron Jesús y María. Esto no significa ningún acto extraordinario: Nos entregamos completamente a Él porque Él se dio completamente a nosotros. En este sentido, Dios no necesita darnos explicaciones de lo que nos pide cuando nos ponemos a su entera disponibilidad.

       Por eso, debemos preguntarnos: ¿En qué medida nos hemos entregado a Dios? ¿Cómo lo hemos dejado obrar en nuestra vida? ¿En que consiste nuestra entrega?

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 11

Un hermano protestante una vez me dijo: La admiro y admiro su trabajo, todo lo que veo que usted hace; pero hay algo que no entiendo: María. Usted siempre la está nombrando. Yo le contesté: Sin María, no hay Jesús, porque sin madre, no hay hijo.

       Algunos meses después me envió una postal con estas palabras escritas en grandes letras: Ahora entiendo: ¡Sin María, no hay Jesús! Esto ha cambiado mi vida.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 10

                     
       Los chinos tienen un proverbio muy interesante: El pájaro de la tristeza debe volar; por eso, trata de que no haga su nido en tu mente. Sí, el sufrimiento es inevitable; por lo tanto, suframos alegremente. Los altibajos pueden formar parte de nuestra vida, pero debemos tratar de que no nos afecten en la búsqueda de la santidad. No nos desanimemos ante un problema. Aprendamos a relacionar cada experiencia de nuestra vida con la Eucaristía: todos nuestros fracasos, las debilidades, el orgullo y nuestras miserias. Verán que, a pesar de ser tentados, no seremos vencidos.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 9

Hagamos todo lo posible para que nuestros hogares sean verdaderos espacios de amor, de tal manera que podamos superar todo resentimiento. El amor empieza por casa ya que todo lo que hagamos afuera depende de como nos amamos unos a otros en nuestro propio hogar. No temamos amar hasta que duela, porque esto es lo que le gusta a Jesús.

      Nuestras casas serán fervientes o tibias, ramas cargadas de frutos o ramas secas, según lo que vivamos en ellas. Ayudémonos unos a otros a vivir en el amor de Dios y expanderemos la fragancia de su amor por todas partes.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 8

La alegría es la mejor protección contra la tentación. El demonio es un mensajero de malas noticias y se sirve de todas las ocasiones para inducirnos a seguirlo. Pero un corazón alegre nos proteje de su influencia. Es por eso que Jesús habita en aquellos que viven con alegría.

       San Francisco de Sales dijo: Un santo triste es un mal santo. Y Santa Teresa se preocupaba cuando veía que sus hermanas perdían la alegría. Para nosotros la alegría es una fuente de energía.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 7

       

       En nuestra vida de oración, no perdamos el tiempo buscando experiencias extraordinarias, vivamos sólo de nuestra fe, una fe pura, despierta y lista para su venida, haciendo en nuestro día a día las obligaciones ordinarias con amor y dedicación extraordinarios.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 6

       Jesús podrá servirse de ti para realizar grandes cosas a condición de que creas más en su amor que en tu debilidad. Sólo entonces, podrá contar contigo.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 5

       Hagamos todo por Jesús. Éste es el camino para seguirlo y nuestra principal necesidad. Escuchemos sus palabras y continuemos su trabajo entre los hombres.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 4

      
      ¿Cuál es la Buena Noticia de Dios? La Buena Noticia es que Dios todavía ama al mundo a través de cada uno de nosotros. Nosotros somos la Buena Noticia de Dios, el amor de Dios en acción. Jesús no puede caminar por las calles de Calcuta ni por las calles del mundo entero. Por lo tanto, a través de nosotros, Él obra, camina y toca al pobre. Hoy, porque Dios ama tanto al mundo, nos envía para obrar en su nombre.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 3

 Cuando nuestros pobres pasan tantas dificultades para conseguir comida, luz y agua, ¿podemos comer alimentos que no son absolutamente necesarios para nuestra salud y nuestra nutrición? ¿Podemos acostumbrarnos a no comer fuera de las comidas, excepto cuando estemos enfermos? ¿Tendremos cuidado en el uso del agua y de la luz, cerrando las canillas y apagando todas las luces innecesarias?

       Jesús, danos un espíritu de pobres y la gracia de ponerlo en práctica con fidelidad.

Los cinco minutos de la Madre Teresa Febrero 2

Estemos siempre disponibles para Dios. Si nos quiere enfermos, en cama, si nos quiere proclamando su Palabra por las calles o si nos quiere limpiando los baños todo el día, no hay problema; cualquier cosa está bien. Por eso debemos decirle: Te pertenezco. Puedes hacer de mí lo que quieras. Ésta es nuestra fuerza y ésta es la alegría del Señor. 

Los cinco minutos de la Madre Teresa. Febrero 1

     

       Hay un buen teólogo, uno de los mejores en la India en este momento, a quien conozco muy bien. Un día le dije: Padre, usted habla todo el día de Dios, ¡qué cerca debe estar de Él! Y ¿saben lo que respondió? Se puede hablar mucho de Dios pero muy poco a Dios. Es en el silencio del corazón donde habla Dios.