Jesús pasó cuarenta días en oración antes de
comenzar su vida pública. Con frecuencia se retiraba en soledad y pasaba la
noche entera en silencio y orando.
El
fruto del silencio es la oración.
El
fruto de la oración es la fe.
El fruto de la fe es el amor.
El fruto del amor es el servicio.
El fruto del servicio es la paz.
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