lunes, 11 de marzo de 2013

Los cinco minutos de la Madre Teresa Marzo 11


           Debemos amar a Dios y a nuestro prójimo con la misma intensidad, sin diferencias. No tenemos necesidad de buscar las oportunidades para cumplir este mandamiento, pues están a nuestro alrededor las veinticuatro horas del día.   Abramos muy bien los ojos y descubriremos las ocasiones para dar amor y servir justamente allí donde nos encontremos, en nuestras familias; porque si no somos capaces de servir dentro de nuestra propia casa, tampoco lo seremos fuera de ella.

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